Las personas que presentan un síntoma repentino o inusual deben concertar una cita para ver a su médico. La detección temprana de una nueva patología puede ayudarle a descartar posibles complicaciones o problemas a largo plazo.
A continuación, encontrará más información acerca de determinados síntomas que deberían ser examinados por un profesional de la salud.
Dificultad respiratoria poco común
A veces, la falta de oxígeno puede ser un signo temprano de una obstrucción parcial o completa de alguna arteria de las que llevan sangre al corazón, o de una isquemia coronaria. Ambos bloqueos arteriales, parciales y completos, podrían ocasionar un ataque al corazón.
Por lo tanto, es importante no descartar este síntoma sencillamente por el simple hecho de no notar algún dolor en el pecho. Sentir dolor en el pecho no es más que uno de los diversos síntomas posibles de un ataque al corazón. Estos síntomas varían dependiendo de la persona.
Programe una consulta con su doctor cuando experimente dificultades para respirar de manera crónica o inusual. Acuda a un servicio de urgencias si desarrolla algún síntoma adicional, como por ejemplo:
- presión en el pecho
- opresión en el pecho
- falta de aliento
- mareos
Problemas repentinos de equilibrio o habla y de coordinación
Las manifestaciones de un derrame cerebral a veces resultan bastante sutiles, sin embargo, no hay motivo para ignorarlos. Entre los posibles síntomas se incluyen dificultades repentinas para andar o la pérdida de la coordinación y el equilibrio. Entre los síntomas añadidos se encuentran los siguientes:
- sensación de mareo extremo
- dificultades en el habla
- la mala pronunciación de las palabras
- cambios en la visión
- debilitamiento o entumecimiento en el rostro, brazos o piernas
Es importante buscar atención urgente de inmediato en caso de que se presente cualquiera de estos síntomas. En los casos en donde una persona sufre un ictus, recibir atención médica de inmediato puede contribuir a reducir o incluso prevenir posibles consecuencias.
Pérdida de sangre vaginal posterior a la menopausia
No es normal que haya sangrado vaginal después de la menopausia. A veces, no es signo de algo serio. El sexo, por ejemplo, podría ser motivo de un sangrado sin gravedad.
Pero si la hemorragia se produce sin motivo aparente o se produce de forma reiterada, debe consultarse a un profesional médico. El sangrado postmenopáusico podría resultar un síntoma de determinados cánceres a nivel ginecológico. De ahí la importancia de hacerse un chequeo.
La disfunción eréctil
El problema de la disfunción eréctil (ED), conocido comúnmente como impotencia, se hace más frecuente a medida que se envejece. Se estima que afecta a una gran cantidad de hombres.
A parte de influir en el grado de placer de las relaciones sexuales, la disfunción eréctil puede estar asociada a enfermedades cardiovasculares, diabetes y otro tipo de afecciones. A menudo la disfunción eréctil obedece a motivos físicos, pero también puede ser una respuesta al incremento que se produce por el estrés o la depresión. El tratamiento puede marcar la diferencia en muchos casos.
El estreñimiento
El estreñimiento a menudo provoca un excesivo empuje y esfuerzo durante la defecación. Este esfuerzo incrementa la posibilidad de padecer hemorroides.
Es normal el estreñimiento puntual y a partir de los 50 años suele ser más frecuente. No obstante, un estreñimiento puede ser señal de que algo impide que las heces salgan correctamente. Puede tratarse de un tumor, un pólipo o de cualquier otra obstrucción.
Cuando el estreñimiento persiste, puede incluso causar que las heces duras llenen el intestino y el recto tan fuertemente que el esfuerzo normal no resulte lo suficientemente fuerte como para expulsarlas. Esto se conoce como impactación fecal.
Es posible tratar el estreñimiento y lograr que la situación no se agrave.
Heces negras o sangrientas
Según la comida y los medicamentos que tome, el color de las heces puede cambiar a diario. Por ejemplo, los suplementos de hierro y los medicamentos antidiarreicos son los que producen un color negro o alquitranado en las heces.
Por lo general, todo lo que aparece en el arco marrón o verde se considera normal. Sin embargo, si las heces son negras o tienen sangre, esto puede indicar que hay algo más serio.
La presencia de heces negras indica que hay una hemorragia en el tracto gastrointestinal (GI) superior. El color granate o las heces con sangre sugieren una hemorragia en la parte inferior del tracto gastrointestinal.
Acuda a la consulta de su médico si observa heces sanguinolentas o alquitranadas. El médico comprobará si existen úlceras, hemorroides, diverticulitis u otros problemas gastrointestinales.
Mamas descoloridas o inflamadas
Es importante que vea a su médico si encuentra un bulto en su seno o si nota algún cambio importante en el tejido mamario. A pesar de que determinados bultos en el seno son benignos, la presencia de una protuberancia dura en el seno puede ser un signo cancerígeno.
También es posible que otros síntomas comunes de cáncer de mama sean la hinchazón, la sensibilidad o la decoloración de los senos. Otros síntomas adicionales consisten en la secreción en el pezón y cambios en la piel de los senos.
La detección precoz del cáncer de mama influye en el tratamiento de este tipo de cáncer. En los hombres, este tipo de cáncer es menos frecuente, pero, no obstante, tienen que ser conscientes de los posibles síntomas del cáncer.
Heridas en la piel que no se cicatrizan
En general, la mayor parte de los cánceres de piel aparecen en zonas de la piel que se someten habitualmente a la exposición solar, como por ejemplo:
- cuero cabelludo
- cara
- brazos
- mano
- cuello
- pecho
- piernas
En las zonas poco expuestas al sol, como las uñas de los pies o los genitales, también puede desarrollarse un cáncer de piel. A este respecto, los tres tipos más comunes de cáncer de piel son el melanoma, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Este tipo de cáncer de piel afecta a cualquier individuo, sin importar la pigmentación de su piel.
El cáncer de piel tiene un riesgo mayor con la edad.
Es importante no ignorar las lesiones de la piel o los lunares. Los daños en la piel que producen algún dolor, que supuran o que no se curan podrían ser de tipo canceroso
Síntomas de depresión
La gente mayor y sus familiares se centran en las dolencias físicas, pero no en las emociones. Las personas mayores se encuentran ante un mayor riesgo de sufrir depresión ya que posiblemente se enfrenten a una mayor sensación de soledad y de pérdida.
La depresión tiene los siguientes síntomas:
- tristeza
- ansiedad
- sentimientos de inutilidad
- fatiga inusual
- un menor interés en las actividades que antes se disfrutaban
- cambios en el apetito
- una pérdida de sueño
- dormir excesivamente
Acuda a su médico o a un especialista del sector de la salud mental si le ocurre a usted o a un miembro de su familia cualquiera de estos síntomas. Sin un tratamiento adecuado, los síntomas de la depresión y su gravedad pueden empeorar.
Problemas de memoria, delirio o confusión
A pesar de que los cambios graduales que se producen en la memoria constituyen un aspecto habitual del proceso de envejecimiento, los cambios inesperados en la memoria o el inicio abrupto de la confusión o el delirio bien pueden constituir un asunto más grave. Los cambios abruptos podrían ocurrir debido a:
- una infección del tracto urinario
- una reacción a la medicación
- problemas de tiroides
- deshidratación
- tumores cerebrales
- anoxia
- otras infecciones
Generalmente, todas estas afecciones son tratables. Pero algunos de dichos factores quizás sean una señal de Alzheimer o de otros tipos de demencias de carácter progresivo. Si experimenta estos síntomas, acuda a su médico de inmediato.