La enfermedad de Alzheimer es una emergencia del futuro, pero también es una enfermedad invisible. Como la enfermedad de Alzheimer suele diagnosticarse tarde, los enfermos suelen quedarse solos, sin el apoyo de médicos e instituciones, y a los familiares y cuidadores les resulta especialmente difícil sobrellevarla. Este libro es como una pequeña guía que te ayuda a conocer la enfermedad y a sobrellevarla en pequeños pasos.
Una guía práctica para ayudarle a recorrer el difícil y a menudo largo camino de la enfermedad de Alzheimer. El libro “Alzheimer, Guía práctica para conocer, comprender y convivir con la enfermedad“, escrito por Carlos Hernández Lahoz.
¿Por qué escribió el libro?
Para ayudar a todos los que viven o tienen que vivir a diario con la enfermedad, dándoles las herramientas y los consejos que necesitan para aceptar y superar mejor la enfermedad, para que se sientan menos perdidos y menos solos.
El libro pasa a describir la enfermedad, la forma más común pero no la única de demencia generativa, descrita por primera vez por el psiquiatra y neurólogo Alois Alzheimer en 1906. El número, los síntomas, las características, los efectos…
La enfermedad de Alzheimer afecta principalmente a personas mayores de 65 años, y los casos aumentan con la edad. Hoy puede considerarse una emergencia del futuro: se calcula que hay 47 millones de casos de demencia en el mundo y se espera que esta cifra se duplique cada 20 años. Para comprender la urgencia de este problema, es importante saber que cada año se diagnostican 10 millones de casos de demencia, lo que supone un caso cada tres segundos.
Desgraciadamente, en la actualidad la enfermedad de Alzheimer no se puede curar, ni siquiera detener, pero sí se puede tratar a los pacientes o, mejor dicho, aliviar sus síntomas tanto con fármacos como con terapia, y se recomienda cada vez más con las terapias no farmacológicas.
El libro parte también de una gran y hermosa lección: los enfermos de Alzheimer son ante todo humanos. Cada persona es diferente, no hay dos casos de Alzheimer iguales, cada familiar y cuidador debe aprender a lidiar con el enfermo y la progresión de la enfermedad, recordando siempre que a pesar de la pérdida de memoria, el Alzheimer no quita la capacidad y la necesidad de moverse para sentirse querido.
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