Imagina que tienes un sueldo de 1.200 euros al mes y no haces nada. ¿Cómo cambiaría eso tu vida? ¿Empezarías un proyecto? ¿Te irías siempre de vacaciones? ¿Serías más feliz? Desde el 1 de junio, 122 participantes en un experimento que se acaba de poner en marcha en Alemania intentan responder por sí mismos a estas preguntas ofreciéndoles ese dinero de forma incondicional. El grupo fue elegido entre más de dos millones de solicitantes para recibir 43.200 euros libres de impuestos durante tres años. Todo lo que tuvieron que hacer fue rellenar siete cuestionarios en los que respondían a preguntas sobre sus experiencias, sus preocupaciones y cómo el dinero había cambiado sus vidas.
Quienes han impulsado “Mi Renta Básica”, como se llama la asociación, quieren demostrar el impacto que puede tener en las personas una cantidad mínima regular. Michael Bohmeyer, un alemán de 36 años. (Bohmeyer) puso en marcha el proyecto en 2014, que ha crecido de forma constante y ahora cuenta con 30 profesionales.
La iniciativa se financia con donaciones (5,2 millones de euros de 140.000 donantes privados) y está supervisada por el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) de Berlín. Los creadores del proyecto creen que estos ingresos reducirán la presión sobre las personas que tienen que ganarse la vida para sobrevivir, lo que les ahorrará estrés y les permitirá tener una mejor calidad de vida. La gente sería más libre, más creativa y más feliz”.
Jürgen Schupp, director del estudio, dijo: “Hemos observado cómo se comporta la gente cuando tiene seguridad material durante tres años”. También pusieron el dedo en el mito de la ociosidad”. Schupp: “Tal vez los beneficiarios de una renta básica sean más valientes en sus decisiones de hacerse autónomos, por ejemplo, o de cambiar de trayectoria profesional”. Para él, la clave de este estudio es entender el comportamiento humano con un poder adquisitivo mínimo. Se pregunta: “¿Gastan su dinero o lo ahorran como reserva financiera, dejan de trabajar o trabajan menos, se vuelven más sociales y dan más?
Michael Bohmeyer, de My Basic Income, admite que hay que esperar a los resultados del estudio”. Reconoce que “por supuesto, este proyecto piloto también puede demostrar que la renta básica no tiene el efecto que suponemos”. El debate sobre la renta básica universal ha estado marcado por la polémica y la ideología. Muchos críticos la han vinculado a la ideología utópica de la izquierda, argumentando que haría que la gente no quisiera trabajar, lo que llevaría al colapso económico.
Los defensores, en cambio, pregonan los aspectos positivos de la conciliación de la vida familiar, la crianza de los hijos o el cuidado de los ancianos. Otro aspecto es cómo se comportaría la economía en su conjunto en un escenario así: ¿Habría una inflación masiva, cuántos más impuestos habría que recaudar y cómo se producirían? Este experimento ha dejado muchas preguntas sin respuesta y 122 personas felices han cedido incondicionalmente.
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