La cocina es, con mucho, el ambiente más utilizado de la casa, su corazón palpitante: de hecho, es el lugar donde te reúnes con familiares y amigos para cocinar, comer o simplemente tomar un café entre conversaciones.
Por esta razón, puede ser particularmente difícil organizar la cocina de manera significativa.
De hecho, todo el mundo sueña con una cocina funcional y siempre ordenada.
Dependiendo del espacio disponible y de las necesidades de cada individuo, puede haber diferentes formas de organizar este ambiente.
Sin embargo, algunas precauciones pueden ser útiles en cualquier situación.
Aquí hay algunos consejos simples y geniales sobre cómo organizar mejor la cocina en su hogar.
En primer lugar, una agradable limpieza.
¿Cuántas veces has comprado artículos de cocina pensando que eran lo que necesitabas, pero luego los dejaste en un cajón? La cocina suele estar llena de artículos innecesarios que se han acumulado con el tiempo, pero que en realidad no los necesitamos. Una de las primeras cosas que debes hacer al organizar o reorganizar tu cocina es deshacerte de elementos inútiles que no hacen más que ocupar espacio que se puede reutilizar de manera funcional.
Recorre cada rincón de tu cocina, eligiendo qué guardar, qué tirar y qué regalar, solo preguntándote cuándo fue la última vez que usaste ciertos utensilios. Además, a menudo apilamos muchos artículos dañados en los estantes: tazas, vasos y platos rotos o astillados, demasiadas esponjas usadas que son desagradables a la vista, tapas que no encajan, textiles que necesitan ser reparados o quemados. Retire todos estos artículos sin remordimientos, ¡su cocina se lo agradecerá!
Organización de la cocina: ¡empieza de cero!
Habiendo eliminado todo lo innecesario, intente reorganizar los lugares en la cocina, dividiendo los artículos por tipo y propósito. Desempolve todas las superficies y pase un buen trapo: paredes, electrodomésticos, todos los muebles… este es el momento perfecto para limpiar la cocina de arriba a abajo. Cuando todo esté perfectamente limpio, te resultará más fácil imaginar tu cocina como la quieres y organizar cada espacio como lo imaginaste.
Organiza tu cocina según la frecuencia de uso y el tamaño
Una de las primeras lógicas a seguir para organizar mejor el espacio de tu cocina es la frecuencia de uso. Así que pregúntate qué artículos usas más y organízalos para que estén siempre visibles o al alcance de la mano. De esta forma, se pueden volver a colocar en su lugar más rápidamente y se garantiza el orden.
En su lugar, retire cualquier cosa que rara vez use de los estantes. Por ejemplo, puede ser mejor tener un horno de microondas a mano si lo usa todos los días y poner la tostadora en un cajón si solo la usa una o dos veces por semana. Esto puede darle algo de espacio para trabajar mientras cocina.
En cambio, la segunda lógica es organizar sus artículos por su tamaño: coloque los platos en las puertas de la cocina según su tamaño. Por ejemplo, puede usar los estantes inferiores para artículos más pequeños como cubiertos, vasos y tazas, y los estantes superiores para artículos más grandes como ollas, sartenes y tapas.
Cestas, jarras y jarras
Hay muchos elementos e ingredientes utilizados en la cocina. Muy a menudo dejamos los alimentos en sus recipientes, pero organizar todo lo que usamos en cestas, tarros y jarras podría cambiar por completo el aspecto de tu cocina: todo quedaría más ordenado y estético al instante.
Por tanto, lo ideal sería comprar tarros de diferentes tamaños y formas, según el contenido: especias, harina, pan rallado, sal y azúcar, pero también patatas, legumbres, frutas… todo tiene su envase y su lugar. Otra muy buena idea son las etiquetas de colores y personalizadas que harán que tus envases y tarros sean más originales a la vez que más funcionales y fáciles de encontrar.
Cómo organizar una cocina: puertas y cajones
Para mantener su cocina ordenada, intente agrupar artículos similares y luego categorizar cada cajón o puerta. En su lugar, puede guardar su vajilla en la puerta vertical y en los cajones separados para cubiertos, vasos, paños de cocina y agarraderas. Organizar los muebles en el interior. Una de las cosas más molestas es abrir los cajones y encontrarlos llenos de artículos desperdigados: para solucionar este problema, basta con utilizar organizadores muy sencillos (por ejemplo, una cubertería muy práctica) y bandejas con compartimentos para que cada artículo tenga su propio lugar. . .
Después de todo, el armario debajo del fregadero suele estar diseñado para todos los artículos de limpieza de la cocina: aerosoles, detergentes, trapos, esponjas… hay muchas herramientas para la limpieza diaria de la cocina. Es importante disponer este espacio lo mejor posible para mantener el orden.
¿Qué pasa si no hay espacio?
No todas las cocinas son grandes, espaciosas y están llenas de cajones que pueden contener todas las categorías de artículos. En este caso, un poco de imaginación y creatividad pueden venir en tu ayuda. Si no hay espacio, ¡créalo! Añade baldas, un elemento funcional pero económico sobre el que colocar tazas, cuencos, platos y recetarios. Los hay de diferentes tipos, por lo que encontrar los que mejor se adapten al estilo de tu cocina no será difícil. Además, al colocar artículos en los estantes, se convierten en verdaderos muebles. En definitiva, ¡pueden ser una gran solución estética para dar más personalidad a tu cocina!
¡No te olvides de la nevera!
El frigorífico también forma parte de este entorno y debe organizarse de forma óptima para el almacenamiento de los alimentos. Cada estante se puede diseñar de manera diferente para que sea funcional de acuerdo con sus necesidades. Por ejemplo, el estante superior es el más accesible. Puedes dedicarlo a cualquier comida preparada o bebida. La carne se coloca mejor en el estante más bajo para evitar que la sangre gotee sobre otros alimentos. ¡Asegúrate de usar contenedores para evitar que esto suceda!
Casi todos los frigoríficos tienen dos cajones: el primero, normalmente más grande, es ideal para guardar frutas y verduras, ya que evita la humedad y los alimentos duran más; la segunda, más pequeña, se puede utilizar para quesos y embutidos. Por último, la puerta: esta es la parte más caliente del frigorífico, por lo que es apta para condimentos como confituras, mermeladas y salsas.
Estos fueron nuestros consejos para organizar la cocina. Todos tienen diferentes necesidades y gustos, ¡así que pruebe diferentes opciones hasta que encuentre la que mejor se adapte a sus necesidades!