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Cientos de políticos engordan sus pensiones cambiando de asiento del Congreso al Ibex

Del Congreso al Ibex

 

Solemos ver a los políticos dar el salto a la empresa privada cuando abandonan el cargo público. Ya sea en empresas que pertenecen a la Bolsa española o en bufetes de abogados, incluyendo agencias de comunicación y consultoras. “Puertas giratorias” es como denominan a esto. Un modus operandi que crece rápidamente y desde siempre ha provocado una gran polémica.

Tradicionalmente siempre se afirma que tanto los ministros como los presidentes de gobierno pueden renunciar a sus puestos sin preocuparse, ya que les aguarda una pensión vitalicia. Sin embargo, esta afirmación no es del todo cierta, o por lo menos no siempre, ya que solamente ciertos políticos pueden acceder a esta remuneración. Un ejemplo: los antiguos presidentes del gobierno, ya se trate de un estado o de una región. Si bien en este último caso, las comunidades autónomas han sido las que han ido derogando progresivamente dicho privilegio.

Éste se rige por el Estatuto de los Ex Presidentes del Gobierno creado por Felipe González en 1992. Mediante este decreto ley, los ex presidentes tienen derecho a un salario vitalicio a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, que varía anualmente, y que se sitúa en torno a los 80.000 euros anuales. Ahora bien, ellos pueden elegir una pensión o un cargo fijo en el Consejo de Estado, decisión que fue tomada en 2004. No obstante, pueden recibir otro sueldo del sector privado.

 

¿Qué han hecho los anteriores Presidentes?

La pensión fue rechazada por los señores Rajoy y Zapatero. Este último se incorporó al Consejo de Estado, mientras que el primero decidió regresar a su antiguo trabajo como registrador.

Qué han hecho ex presidentes EspañaEs cierto que Felipe González y José María Aznar eligieron la pensión vitalicia (recogida de firmas para acabar con las pensiones vitalicias), pero el del PP hace conferencias y el del PSOE ha creado diversas empresas. Estos dos antiguos presidentes comparten algo más: optaron por la empresa privada. En 2010 González se incorporó a Gas Natural Fenosa como asesor independiente; al año siguiente, Aznar se incorporó a Endesa en calidad de asesor externo.

La danza de los políticos por las sillas de los consejos de administración ha sido constante desde entonces y hasta ahora. Sin embargo, ¿un ex-ministro o ex-vicepresidente del gobierno pueden actuar de la misma manera? Sí, aunque con limitaciones, ya que también existe una norma de regulación para este tipo de movimientos.

 

El conflicto de intereses

El artículo 15 de la Ley 3/2015, de 30 de marzo, del alto cargo de la Administración General del Estado, determina la imposibilidad de que un alto cargo, en los dos años posteriores a la fecha de su cese, preste sus servicios en empresas privadas que se hayan visto afectadas por acuerdos en los cuales participen.

En otras palabras, mientras no genere un conflicto de intereses. Resulta “poco ético” que un antiguo ministro comience a trabajar en las empresas vinculadas a su actividad anterior tan pronto como deja el cargo. No obstante, transcurrido ese plazo existe una libertad total. A pesar de ello, ha habido algunos casos en los que se ha producido controversia. Por ejemplo, la contratación de Elena Salgado en calidad de consejera en la filial chilena de Endesa, apenas pocos meses después de su partida. O el que hizo Pedro Solbes, su antecesor en Economía, como consejero de Enel, la empresa matriz de Endesa. Asimismo, Salgado fue nombrada vocal en uno de los tres consejos de asesores de Abertis y se incorporó al consejo de administración de Nueva Pescanova.

Dejando a un lado los problemas. Los ministros y vicepresidentes tienen derecho a recibir una remuneración del 80% de su salario por el mismo tiempo que han estado en el cargo, si bien con un plazo límite de 2 años.

Los plazos apremian, porque cobrar un 20% más bajo no le gusta a la gente, y en ese momento es cuando las puertas giratorias comienzan a operar. Desde que Mariano Rajoy salió del Gobierno, tras la moción de censura aprobada en junio de 2018, alrededor de 80 altos cargos se han incorporado al ámbito empresarial, según los datos recogidos por Europa Press. Sin embargo, todos ellos han sido autorizados por la Oficina de Conflictos de Intereses, que ha estado vigilando la transición entre ambos sectores a lo largo de estos dos años.

 

Las élites apostan por la comunicación

Dircomfidencial destacó que las consultoras de comunicación están entre las empresas por las que se apuesta más por los expolíticos. En este sentido, Llorente & Cuenca (LLYC) es una de las más comprometidas en este tipo de contrataciones, y también una de las primeras. Destacan el ex ministro de Economía, Román Escolano, quien se sumó en 2018, y el ex ministro de Trabajo, Manuel Pimentel.

Hace unos días, este último optó por regresar al Banco Europeo de Inversiones (BEI) y cedió su cargo al antiguo Ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. Este último, además, ocupo la presidencia de Red Eléctrica (REE), posición que abandonó a principios de este año por desacuerdos en la vicepresidencia y la ministra de la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Además este 2020, Sevilla ingresó en el consejo de Duro Felguera. Actualmente, continúa en el LLYC, puesto en el que ya estuvo trabajando entre el 2016 y el 2018.

Una de las empresas consultoras que tiene a algunos ex funcionarios públicos en su nómina es Kreab. Tales como el ex Ministro de Justicia, Rafael Catalá; el ex Secretario General del partido socialista en el Congreso, Eduardo Madina, o el ex Secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre. Del mismo modo, el ex Ministro de Industria, Comercio y Turismo, Joan Clos, se ha convertido en trabajador por cuenta ajena de Atrevia.

 

Un dulce muy tentador, el IBEX

En cuanto a lo que se refiere a las empresas del Ibex 35, o mejor dicho, de la Bolsa española, son también una golosina para los expolíticos, quienes ingresan en calidad de consejeros o asesores. En la lista aparecen, junto a las ya mencionadas Endesa, Abertis, Duro Felguera, la antigua Gas Natural Fenosa (hoy Naturgy) o Nueva Pescanova, y numerosas otras muchas empresas.

 

Ibex y políticos

 

Un ejemplo evidente es el de Rodrigo Rato, que pasó por Bankia ( en la que fue el presidente), así como por el Banco Santander, Telefónica y La Caixa. Anteriormente había sido Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Economía. En el Banco Santander han pasado también la ex Ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino; la ex Directora General del Tesoro, Belén Romana; o el ex Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa.

No obstante, hay un sector en el que hay más actividad, el de la energía, e Iberdrola es un ejemplo de ello. Se nombró en 2012 a Ángel Acebes, ex ministro del PP, para formar parte de la junta directiva. También Manuel Marín, ex presidente del Congreso de los Diputados y ex vicepresidente de la Comisión Europea. Además de Juan María Atutxa, ex consejero de Interior del País Vasco; Manuel Amigo Mateos, ex consejero de Presidencia, Economía e Industria de la Junta de Extremadura; y Juan Pedro Hernández Moltó, ex consejero de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla-La Mancha y presidente de Caja Castilla-La Mancha. Y así sucesivamente.

Además han firmado con Naturgy la ex Ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, el ex Ministro de Defensa y ex Vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y Manuel Marín, ex Presidente del Congreso de los Diputados. Y con Enagás, José Montilla y José Blanco.

A su vez, Abengoa es una empresa muy activa. La empresa ha tenido como consejeros a los ex ministros Josep Piqué, Josep Borrell y Ricardo Martínez Rico, ex secretario de Estado. La lista de Telefónica es interminable y no sólo ha habido políticos, sino la Casa Real o personajes públicos de la sociedad en general. Son los casos de Eduardo Zaplana, Narcís Serra, Alfredo Timmermans, Adolfo Suárez, Fernando Almansa o incluso Iñaki Urdangarin.

 

Consultoras, auditoras y despachos de abogados

De la misma manera, los políticos se trasladan del Congreso de los Diputados a las mejores firmas de abogados del país, así como a las grandes empresas de consultoría y auditoría con amplia presencia en España, como Deloitte, PricewaterhouseCoopers (PwC), KPMG y Ernst & Young (EY).

Políticos en empresas privadasLa vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se incorporó al bufete de Cuatrecasas y Ramón Hermosilla y se unió a Adolfo Suárez Illana. El ex ministro Jordi Sevilla también se unió a PwC, Juan Costa dejó la política y se pasó a EY, Manuel Pimentel terminó en Baker & Mckenzie, al igual que Manuel Pizarro.

Desde 2014, las “puertas giratorias” constituyen la piedra en el zapato de Unidas Podemos. En su partido, Pablo Iglesias siempre ha criticado el hecho de que altos funcionarios del gobierno terminen ocupando los consejos de administración de las grandes empresas, y ha tratado de ponerle fin. En este sentido, la solución sería cambiar la ley.

Pedro Sánchez también pidió de forma expresa que las puertas giratorias fueran “cerradas” en un programa de televisión siendo él el líder de la oposición. A pesar de ello, sigue sin pronunciarse al respecto. El hecho es que centenares de políticos del Partido Popular y del Partido Socialista han cambiado de asiento tras abandonar el cargo y seguirán haciéndolo mientras la legislación esté de su lado.

 

 

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