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Enfermedad inflamatoria intestinal | Síntomas evidentes, diagnóstico y tratamiento

No se trata de una enfermedad, sino de un grupo de afecciones que combinan ataques agudos con períodos de inactividad. Las dos enfermedades más conocidas, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, pertenecen a este grupo, pero en realidad el término “enfermedad inflamatoria intestinal” se refiere a cualquier enfermedad que provoque un proceso inflamatorio en el tubo digestivo, ya sea en general o concentrado en determinadas partes del mismo, desde la boca hasta el ano.

El Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas señala que las dos afecciones, la colitis colágena, en la que el proceso inflamatorio se concentra en el colon, y la colitis linfocítica, que se asemeja a la anterior pero en este caso se extiende a todo el colon, son más frecuentes en las personas mayores.

¿Qué debes prevenir de esta enfermedad?

Los médicos destacan la importancia de diagnosticar el tipo de enfermedad inflamatoria intestinal para encontrar el mejor tratamiento. Este grupo de afecciones se caracteriza por síntomas comunes que pueden variar mucho en cuanto a su gravedad. Van desde el dolor gástrico leve hasta el daño grave de los tejidos que recubren los distintos conductos del sistema digestivo.

Episodios frecuentes y/o persistentes de diarrea Este es uno de los síntomas que debe alertarnos de la necesidad de consultar a un especialista. Fatiga general o agotamiento. Estos síntomas también son comunes en las personas que padecen esta enfermedad, pero uno de los signos más evidentes de que algo va mal es, sin duda, la pérdida anormal de peso, que puede conducir a la desnutrición y a nuevas enfermedades que empeoran la situación clínica, especialmente en los ancianos.

Los episodios de dolor abdominal o los periodos de fiebre y malestar pueden ser expresión de una exacerbación, lo que indica que la enfermedad inflamatoria intestinal está activa. En el caso de la colitis colágena, una de las enfermedades que pueden diagnosticarse en personas de entre 60 y 80 años, la incontinencia fecal, así como el dolor y la hinchazón abdominal, son también tres de los síntomas específicos que requieren atención inmediata.

Factores de riesgo

  • La edad. La mayoría de las personas con enfermedad inflamatoria intestinal son diagnosticadas antes de los 30 años, pero algunas no son diagnosticadas hasta los 50 o 60 años.
  • Raza o etnia. Aunque los caucásicos son los más propensos a desarrollar la enfermedad, puede darse en cualquier raza.
  • Historial familiar. Si un familiar cercano, como un padre, un hermano o un hijo, padece la enfermedad, usted tiene un mayor riesgo.
  • Fumar tabaco es el principal factor de riesgo controlable para desarrollar la enfermedad de Crohn. Fumar puede ayudar a prevenir la colitis ulcerosa. Sin embargo, el daño a la salud general supera cualquier posible beneficio. Dejar de fumar mejora el estado general del tracto gastrointestinal y también ofrece muchos otros beneficios para la salud.
  • Antiinflamatorios no esteroideos. Entre ellos se encuentran el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), el naproxeno sódico (Aleve), el diclofenaco sódico y otros. Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad inflamatoria intestinal o empeorar sus síntomas.

Complicaciones

La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn tienen algunas complicaciones comunes y otras específicas de ambas. Estas son algunas de las complicaciones que se producen en ambas enfermedades:

  • Cáncer de colon. Si tiene colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, que afecta a la mayor parte del colon, su riesgo de padecer cáncer de colon aumenta. El cribado del cáncer suele comenzar entre ocho y diez años después del diagnóstico. Pregunte a su médico cuándo y con qué frecuencia debe hacerse las pruebas de detección.
  • Inflamaciones de la piel, los ojos y las articulaciones. Durante la reagudización de la enfermedad inflamatoria intestinal, pueden producirse afecciones como artritis, lesiones cutáneas e inflamación de los ojos (uveítis).
  • Efectos secundarios de los medicamentos. Algunos medicamentos para la enfermedad inflamatoria intestinal se asocian a un pequeño riesgo de ciertos tipos de cáncer. Los corticosteroides pueden asociarse a cierto riesgo de osteoporosis e hipertensión arterial, entre otros.
  • Colangitis esclerosante primaria. En esta enfermedad, la inflamación cicatriza los conductos biliares, estrechándolos con el tiempo y dañando así gradualmente el hígado.
  • Coágulos de sangre. La enfermedad inflamatoria intestinal aumenta el riesgo de formación de coágulos en las venas y arterias.

Las complicaciones de la enfermedad de Crohn pueden ser las siguientes:

  • Obstrucción intestinal. La enfermedad de Crohn afecta a todo el grosor de la pared intestinal. Con el tiempo, algunas partes del intestino pueden engrosarse y estrecharse, lo que puede bloquear el flujo del contenido digestivo. Puede ser necesaria una operación para eliminar la parte afectada del intestino.
  • Desnutrición. La diarrea, el dolor abdominal o los calambres pueden dificultar la ingesta de alimentos y la absorción de los nutrientes necesarios para la salud. La anemia también es común debido a los bajos niveles de hierro o vitamina B12 causados por la enfermedad.
  • Fístulas. A veces la inflamación puede extenderse completamente a través de la pared intestinal y dar lugar a una fístula, una conexión anormal entre diferentes partes del cuerpo. Las fístulas se encuentran con mayor frecuencia cerca o en la zona del ano (perianal). En algunos casos, la fístula puede infectarse y formar un absceso.
  • Fisura anal. Se trata de un pequeño desgarro en el tejido que recubre el ano o en la piel que lo rodea que favorece la infección. Se asocia a movimientos intestinales dolorosos y puede provocar una fístula perianal.

Estas son algunas de las complicaciones de la colitis ulcerosa:

  • Megacolon tóxico. En la colitis ulcerosa, el colon puede expandirse e hincharse rápidamente, un proceso grave denominado megacolon tóxico.
  • Agujero en el colon (colon perforado). La perforación del colon es casi siempre una consecuencia del megacolon tóxico, pero también puede ocurrir independientemente de éste.
  • Deshidratación severa. La diarrea excesiva puede provocar deshidratación.

Diagnostico

Su médico probablemente no diagnosticará la enfermedad inflamatoria intestinal hasta que haya descartado otras posibles causas de sus signos y síntomas. Para confirmar el diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal, deberá someterse a una serie de pruebas y procedimientos:

Pruebas de laboratorio

  • Pruebas de anemia o infección. El médico puede sugerir un análisis de sangre para comprobar si hay anemia (una condición en la que no hay suficientes glóbulos rojos para transportar suficiente oxígeno a los tejidos) o signos de una infección causada por bacterias o virus.
  • Pruebas de heces. Es posible que tenga que proporcionar una muestra de heces para que el médico analice si hay sangre oculta u organismos como parásitos.

Procedimientos endoscópicos

  • Examen de colonoscopia: Este examen permite al médico observar todo el colon mediante un tubo delgado, flexible e iluminado con una cámara en el extremo. Durante el procedimiento, el médico también puede tomar pequeñas muestras de tejido (biopsias) para su análisis en el laboratorio. El diagnóstico de la enfermedad inflamatoria intestinal, a diferencia de otras formas de inflamación, se establece mediante una biopsia.
  • Sigmoidoscopia flexible: Con un tubo fino, flexible y con luz, el médico examina el recto y el sigmoide, la última parte del intestino grueso. Si el colon está muy inflamado, el médico puede realizar esta prueba en lugar de una colonoscopia completa.
  • Endoscopia superior: En este procedimiento, el médico examina el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (duodeno) mediante un tubo fino, flexible y con luz. Aunque estas zonas rara vez se ven afectadas por la enfermedad de Crohn, este examen puede recomendarse si tiene náuseas y vómitos, dificultad para comer o dolor en la parte superior del abdomen.
  • Endoscopia de cápsula: Esta prueba se utiliza a veces para diagnosticar la enfermedad de Crohn que afecta al intestino delgado. Te tragas una cápsula con una cámara en su interior. Las imágenes se transmiten a una grabadora que se lleva en el cinturón y se elimina la cápsula sin dolor con las heces. Para confirmar el diagnóstico de la enfermedad de Crohn, puede ser necesaria una endoscopia con biopsia. La cápsula endoscópica no debe realizarse si hay una obstrucción intestinal.
  • Enteroscopia asistida por balón: Para esta prueba, se utiliza un endoscopio con un dispositivo llamado Overtube. Esto permite al médico penetrar más profundamente en el intestino delgado, donde los endoscopios normales no pueden llegar. Esta técnica es útil cuando una cápsula endoscópica revela anomalías, pero el diagnóstico aún no está claro.

Técnicas de imagen médica

  • Rayos X. Si los síntomas son graves, el médico puede realizar una radiografía estándar del abdomen para descartar complicaciones graves, como una perforación del colon.
  • TAC. Es posible que le hagan un TAC, un procedimiento especial de rayos X que proporciona información más detallada que una radiografía normal. Este examen examina todo el intestino y los tejidos fuera del intestino. La enterografía por TC es un examen especial de TC que proporciona mejores imágenes del intestino delgado. En muchos centros médicos, esta prueba ha sustituido a la radiografía de bario.
  • Resonancia magnética. Una máquina de IRM utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de órganos y tejidos. La RMN es especialmente útil para evaluar una fístula en la región anal (RMN pélvica) o en el intestino delgado (enterografía por resonancia magnética). A diferencia del TAC, con la RMN no hay exposición a la radiación.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal es reducir la inflamación que desencadena los signos y síntomas. Lo ideal es que no sólo se alivien los síntomas, sino que se consiga una remisión a largo plazo y se reduzca el riesgo de complicaciones. La enfermedad inflamatoria intestinal se trata con fármacos o con cirugía.

Medicamentos antiinflamatorios

La administración de antiinflamatorios suele ser el primer paso en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal. Estos medicamentos incluyen los corticosteroides y los aminosalicilatos como la mesalazina (Asacol HD, Delzicol y otros), la balsalazida (Colazal) y la olsalazina (Dipentum). El medicamento que se toma depende de la zona del colon afectada.

Inhibidores del sistema inmunitario

Estos medicamentos actúan de diferentes maneras para suprimir la respuesta inmunitaria que libera sustancias químicas proinflamatorias en el organismo. Cuando estas sustancias químicas se liberan, pueden dañar el revestimiento del tracto digestivo.

Algunos ejemplos de medicamentos inmunosupresores son la azatioprina (Azasan, Imuran), la mercaptopurina (Purinethol, Purixan) y el metotrexato (Trexall).

Medicamentos biológicos

Los biológicos pertenecen a una nueva categoría de terapia en la que el objetivo es neutralizar las proteínas del cuerpo que causan la inflamación. Algunos se administran mediante infusiones intravenosas, otros son inyecciones que usted mismo se pone. Algunos ejemplos son infliximab (Remicade), adalimumab (Humira), golimumab (Simponi), certolizumab (Cimzia), vedolizumab (Entyvio) y ustekinumab (Stelara).

Antibióticos

Los antibióticos pueden utilizarse además de otros medicamentos o cuando la infección es preocupante, como en la enfermedad de Crohn perianal. Los antibióticos que se recetan habitualmente son la ciprofloxacina (Cipro) y el metronidazol (Flagyl).

Otros medicamentos y suplementos

Además de controlar la inflamación, algunos medicamentos pueden ayudar a aliviar los signos y síntomas, pero siempre hay que hablar con el médico antes de tomar medicamentos de venta libre. Dependiendo de la gravedad de su enfermedad inflamatoria intestinal, su médico puede recomendarle uno o varios de los siguientes medicamentos:

  • Medicamentos antidiarreicos. Un suplemento de fibra, como el psilio en polvo (Metamucil) o la metilcelulosa (Citrucel), puede ayudar en caso de diarrea leve o moderada al aumentar la cantidad de heces. Para la diarrea más grave, la loperamida (Imodium A-D) puede ser eficaz.
  • Analgésicos. Para el dolor leve, el médico puede recomendar el paracetamol (Tylenol, otros). Sin embargo, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), el naproxeno sódico (Aleve) y el diclofenaco sódico pueden empeorar no sólo los síntomas sino también la enfermedad.
  • Vitaminas y suplementos. Si su cuerpo no absorbe suficientes nutrientes, su médico puede recomendarle vitaminas y suplementos.

Apoyo nutricional

Si está perdiendo mucho peso, su médico puede recomendarle una nutrición especial a través de una sonda (nutrición enteral) o inyecciones de nutrientes a través de una vena (nutrición parenteral) para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal. Esto puede mejorar la nutrición general y dar un respiro al intestino. Dar un descanso al intestino puede reducir la inflamación a corto plazo.

Si tiene estenosis o estrechamiento en el intestino, su médico puede recomendarle una dieta baja en residuos. Esto hace que sea menos probable que los alimentos no digeridos se queden atascados en la parte estrecha del intestino y causen una obstrucción.

Cirugía

Si los cambios en la dieta y el estilo de vida, la terapia farmacológica u otros tratamientos no alivian los signos y síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal, el médico puede recomendar la cirugía.

  • Cirugía de la colitis ulcerosa. La cirugía consiste en extirpar todo el colon y el recto y crear una bolsa interna conectada al ano para poder defecar sin usar una bolsa. En algunos casos, no es posible construir esta bolsa. En su lugar, los cirujanos crean una abertura permanente en el abdomen (ileostomía) a través de la cual se pasan las heces a una bolsa adjunta para recogerlas.
  • Cirugía de la enfermedad de Crohn. Hasta dos tercios de los enfermos de Crohn necesitan al menos una operación. Sin embargo, la cirugía no puede curar la enfermedad.

La cirugía consiste en que el cirujano extirpe una parte dañada del tubo digestivo y vuelva a conectar las partes sanas. La cirugía también puede utilizarse para cerrar fístulas y drenar abscesos.

Los beneficios de la cirugía para la enfermedad de Crohn suelen ser temporales. La enfermedad suele reaparecer, generalmente cerca del tejido reconectado. Lo mejor es tomar la medicación después de la cirugía para minimizar el riesgo de recidiva.

 

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