Cuando uno tiene dificultades y necesita una residencia de ancianos, puede ser un momento de gran estrés y confusión. Sobre todo porque la gente a veces confunde las diferentes opciones entre sí, por lo que no siempre es fácil saber por dónde empezar.
En esta guía de cómo solicitar una residencia de ancianos pública te explicamos cómo solicitar el ingreso, que tipos de residencias existen, requisitos, pasos y alternativas a las residencias de ancianos.
¿Es usted actualmente el cuidador de un familiar que cada vez tiene más limitaciones en sus actividades diarias? Entonces es el momento de pensar en solicitar una plaza en una residencia de ancianos.
En este artículo, le mostraremos lo que necesita saber sobre su familia y los pasos que debe dar para solicitar una plaza en una residencia de ancianos pública.
Lo primero y más importante es saber…
¿Qué es una residencia de ancianos?
Una residencia de ancianos es una institución en la que pueden vivir temporalmente o de manera duradera las personas mayores que por motivos de índole familiar, social o económica se ven imposibilitadas de ser atendidas en su propio hogar y necesitan una atención especial.
Las funciones de una residencia de ancianos consisten en:
- Apoyar y enriquecer, en la medida de lo posible, la independencia de las personas mayores, sus capacidades funcionales y mentales.
- Proporcionar una alimentación sana, incluyendo el alojamiento y una dieta variada, sana y equilibrada.
- Cuidar la salud de los residentes mediante la atención médica, el tratamiento y la medicación necesaria.
- Prevenir la aparición o el agravamiento de enfermedades degenerativas, trastornos cognitivos u otros trastornos que puedan afectar a las personas mayores.
- Fomentar las relaciones sociales de los mayores a través de actividades sociales y culturales con el resto de los mayores del centro.
- Ayudar a mantener las relaciones con las familias y facilitar los eventos familiares, las visitas, los cumpleaños, etc.
- Mantener y mejorar el bienestar físico de los residentes mediante programas de fisioterapia o rehabilitación.
- Estimular la actividad mental y la creatividad y expresión mediante terapias y talleres especializados.
- Cuidar el aspecto y el físico de las personas mayores, ayudándolas a desarrollar una buena imagen de sí mismas.
- Cuidar el entorno, las instalaciones y el equipamiento para ofrecer servicios de calidad a las personas mayores y sus familias.
El objetivo de las residencias es, sencillamente, procurar el bienestar y la salud de las personas mayores e inspirar confianza y serenidad a las familias interesadas en que sus seres queridos dispongan de los mejores servicios posibles. Es por ello que las residencias cuentan siempre con una persona que se encarga de contactar para que las familias conozcan el estado de salud y la situación de sus seres queridos.
¿Qué tipos de residencias existen para ancianos?
Merece la pena detallar las diferencias para entender cómo funcionan y cuáles son las características de cada sistema.
- Residencias de ancianos públicas: Este tipo de vivienda está financiada por la comunidad autónoma en dónde se encuentra el centro.
- Residencias concertadas: se trata de un número reducido de plazas en residencias privadas que tienen un acuerdo de colaboración con la administración. Las cuotas mensuales se reducen considerablemente si se cumplen los requisitos del centro.
- Residencias privadas: Son una empresa privada y los costes los paga íntegramente el anciano.
¿Cuáles son los requisitos para obtener una plaza en una residencia de personas mayores?
Cada comunidad de vida independiente establece sus propios requisitos, pero existe un marco estatal.
- Debe tener más de 65 años o padecer una enfermedad relacionada con la dependencia a los 60 años.
- Debe ser pensionista o cónyuge de un pensionista o recibir prestaciones de la seguridad social del Imserso.
- Debe estar empadronado en el mismo lugar desde hace al menos 2 años en el lugar donde se encuentra la residencia que solicita
- No tiene un trastorno mental grave que interfiera en la convivencia con otros pacientes y familiares.
- Estar en posesión del grado de dependencia II o superior.
- Previamente no haber sido expulsado de ninguna otra residencia de ancianos pública.
Cuando solicite un puesto, deberá indicar en qué centro desea un puesto y preguntar por la lista de espera y el número de puestos disponibles. Es muy aconsejable dar este paso, ya que si la cola de espera parece interminable, hay que buscar otras alternativas donde haya más posibilidades de conseguir una plaza.
¿Qué pasos debo seguir para solicitar una plaza?
Una vez que haya comprobado los requisitos y se haya asegurado de que su familiar cumple o puede cumplir todos los requisitos, es el momento de averiguar qué procedimientos debe seguir para solicitar una plaza en una residencia pública.
Pide una cita con los servicios sociales de tu ciudad. El personal es responsable de identificar el nivel de atención del solicitante. Traiga su documento de identidad, su certificado de registro y su tarjeta de seguro médico.
Una vez evaluada su solicitud, recibirá en su domicilio una carta en la que se le comunicará el nivel de dependencia y la posibilidad de acogerse a la misma.
Concierte otra cita con los Servicios Sociales para averiguar a qué prestaciones y subsidios tienen derecho las personas a su cargo en virtud de la Ley de Dependencia.
Una vez completados todos estos pasos, lo único que puede hacer es esperar. El tiempo que puede transcurrir entre el inicio del proceso de solicitud y la asignación final de una plaza en una residencia pública depende del número de personas que haya en la lista de espera. Suele ser de entre 2 y 6 meses.
¿Con qué alternativas se cuenta?
En los casos urgentes en los que su familiar no puede esperar porque es totalmente dependiente de la ayuda para las actividades diarias, la recomendación es mirar varias opciones hasta que finalmente tenga una plaza en una residencia para ancianos:
- Cuidador/a de personas mayores: hay empleados internos y por horas. Se encargan de la limpieza, de preparar las comidas, de hacer compañía a su familiar o de llevarle en coche.
- Residencia de ancianos privada: como se ha mencionado anteriormente, el precio de una residencia de ancianos privada es muy elevado, pero como pasará poco tiempo antes de que su familiar se traslade a una residencia pública, es una alternativa bastante barata.
Precios de residencias de ancianos privadas
Una residencia de ancianos privada es un gran gasto. Un dinero que no todo el mundo puede permitirse: el precio oscila entre 1.200 y 3.500 euros al mes. Por eso, algunas personas tienen que recurrir a otras alternativas que no son tan caras y no están subvencionadas por el Estado.
Confiamos en que con este artículo hayamos aclarado tus posibles dudas y consigas esta plaza para tu familiar