LA PODOLOGÍA GERIÁTRICA TIENE COMO OBJETIVO EL CUIDADO DE LOS PIES DE LAS PERSONAS MAYORES PARA MANTENERLOS SANOS.
Los mejores podólogos para manicura y pedicura en las ciudades y pueblos de Aragón, Cataluña, Navarra, Madrid, Asturias, Alicante, Comunidad Valenciana, Rioja, Galicia y Cantabria.
Los pies son probablemente la parte más difícil de nuestro cuerpo y la menos apreciada. Es difícil encontrar una sola actividad física en la que no se utilicen nuestras piernas y pies como fuente de fuerza y apoyo, pero a menudo lo olvidamos y sólo les prestamos atención cuando nos dan señales de dolor. Lo mejor es cuidarlas regularmente en un podólogo, que además le aconsejará sobre el calzado, las suelas o los cuidados especiales que necesita.
Especialistas en podología para las personas mayores:
Las afecciones menores, como los callos, las callosidades o las uñas encarnadas, pueden dificultar seriamente el movimiento y hacer que una condición ya frágil sea aún más difícil e innecesariamente dolorosa.
Además, los ancianos pueden tener otras complicaciones, como la diabetes o la artrosis, que requieren un cuidado profesional de los pies. Apreciarán una forma cómoda y fácil de aliviar estas afecciones.
Servicios de pedicura a domicilio para personas mayores
Recurra al podólogo a domicilio para tratar y solucionar los problemas de los pies que pueden dificultar su vida: uñas encarnadas, callos, durezas,… Sin cambios, sin expectativas, en la seguridad de su propia casa.
Cuidado de uñas para adultos: manicura y pedicura para personas mayores
Las personas mayores de 70 años pueden beneficiarse de los servicios de cuidado de uñas para adultos, como la manicura y la pedicura.
En La vida más fácil, ofrecemos algunas consideraciones sobre la manicura y la pedicura a domicilio para personas mayores que tienen suficiente experiencia de vida como para apreciar un cuidado profesional de las uñas adaptado a sus necesidades.
¿Cómo recortar las uñas de las manos y los pies de una persona mayor?
Intente recortar las uñas de una persona mayor cada semana, o al menos compruebe semanalmente si lo necesita. Lo más fácil es recortar las uñas después de que la persona se haya duchado o lavado las manos. De este modo, las uñas estarán más blandas y serán más fáciles de cortar.
¿Cómo debo cortar las uñas a un anciano?
- Lávese y séquese las manos antes de empezar. No es necesario usar guantes.
- Utilice un quitaesmalte para eliminar el esmalte.
- Sujeta la mano de la persona con una mano y corta las uñas con la otra. Corta las uñas en línea recta con unas tijeras de manicura.
- La longitud de las uñas puede variar según el gusto de cada uno. Sin embargo, en general, las uñas deben estar a la altura de las puntas de los dedos o no ser mucho más largas.
- Deja que las uñas se sequen mientras están húmedas y suaves.
- Utilice una lima de uñas para alisar suavemente los bordes de las uñas, especialmente en las esquinas. Éstas pueden estar afiladas si la uña se corta en línea recta.
- Aplique esmalte de uñas si la persona está dispuesta a hacerlo.
Si no puede ocuparse de la manicura o pedicura de su familiar mayor, siempre puede recurrir a los servicios de una pedicura a domicilio para ancianos.
Seguidamente se enumeran algunos de los problemas más comunes de las uñas de los pies y de las manos en los ancianos.
Podología para la tercera edad: retraso en el crecimiento de las uñas
Los estudios realizados muestran diferencias estadísticamente significativas en las tasas de crecimiento antes y después de los 40 años.
- Las uñas de las personas mayores, que crecen más lentamente, son más sensibles a las influencias ambientales, lo que puede afectar al aspecto general y a la durabilidad de las uñas a lo largo del tiempo.
- La hemorragia subungueal tarda más en desarrollarse.
- Los hongos en las uñas de los pies tardan más en desaparecer.
Uñas encarnadas
A medida que envejecemos, resulta cada vez más difícil llegar a las uñas de los pies y utilizar las tijeras de manicura, por lo que el cuidado regular de las uñas puede verse interrumpido. Por ello, una precaución sensata es acortar las uñas cada cuatro semanas.
Como muchas personas mayores tienen unos ingresos fijos bajos, hay que considerar la posibilidad de cobrarles sólo por la corrección de las uñas, en lugar de pedirles una pedicura completa.
Si las uñas de un cliente ya presentan anomalías, como la onicriptosis (uñas encarnadas) o la onicogriposis (uñas retorcidas que parecen un cuerno de carnero), debes buscar atención médica.
Para problemas de uñas más complejos que pueden requerir herramientas especiales, como la onicogriposis, debe consultar a un podólogo.
Recuerda que la forma más segura de evitar las uñas encarnadas es recortarlas en línea recta (no según la forma del pulgar).
Onicólisis
Con la edad, las uñas no se adhieren tan bien al lecho ungueal. Por lo tanto, es necesario asegurarse de que la uña no se despegue o se separe del lecho ungueal (onicólisis).
El cepillado excesivamente agresivo por debajo de la uña es una causa muy común de onicólisis y un problema prevalente en el grupo de edad de más de 50 años.
Si el cliente tiene tendencia a exfoliarse, no debe realizarse la limpieza bajo la uña.
Los que no tienen tendencia a la exfoliación deben tener cuidado de no ejercer presión sobre la parte inferior de la uña y de no introducir la herramienta demasiado profundamente bajo la uña.
Evita los cepillos de uñas que no se pueden desinfectar adecuadamente y que pueden contener gérmenes. Si mantiene las uñas cortas, se mantendrán limpias.
Piel seca
Con el paso de los años, la piel puede perder su capacidad de retener la humedad. La piel seca y agrietada es una receta para las microlesiones de salón, un término introducido en 2006 para explicar científicamente por qué se producen tantas infecciones de salón.
Si el sangrado es visible, no se debe realizar ningún servicio sin la autorización escrita de un médico. Las grietas, incluso sin sangre visible, pueden causar infecciones. Utilizar instrumentos desechables puede ser una opción para reducir el riesgo de infección.
Para los clientes que carecen de humedad pero no tienen fisuras, lo mejor es utilizar una crema hidratante rica. Busque cremas que contengan ceramidas y ácido hialurónico, que imitan la barrera lipídica natural de la piel. La adición de ácido salicílico ayuda a prevenir la reaparición de callosidades.
En la primera cita, es importante recopilar un historial médico adecuado para todos los clientes, especialmente para los ancianos y otros grupos de riesgo. Esto le permitirá comprender qué ajustes son los más adecuados.
Con los protocolos adecuados, el cuidado de los ancianos puede ser una situación en la que todos salgan ganando, tanto los manicuristas como las personas mayores que solicitan sus servicios.
Deterioro de la circulación
En las personas mayores, la circulación sanguínea puede verse afectada en las partes distales de las extremidades, es decir, las manos y los pies. Esto puede provocar la formación de estrías en las uñas (onicorrea), un signo clínico de uñas quebradizas.
Curiosamente, los efectos de los trastornos circulatorios se observan en pacientes con parálisis en un lado, y esto también se ha observado en pacientes que llevan una escayola en el brazo durante un largo periodo de tiempo.
Una de las extremidades con movilidad limitada suele tener las uñas quebradizas, mientras que la otra, funcional, tiene las uñas normales.
Desgraciadamente, el quitaesmalte puede agravar las uñas quebradizas, por lo que se aconseja a las mujeres mayores con este problema que no utilicen laca de uñas durante dos o tres semanas.
¿Qué es la podología?
La podología es una ciencia de la salud que se ocupa de las enfermedades y deformidades del pie. Es una ciencia que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y deformidades del pie, utilizando métodos terapéuticos propios de la disciplina.
La formación en podología se reguló por primera vez en España mediante el Decreto 727/1962, de 29 de marzo, por el que se creó la especialidad de podología para profesionales sanitarios y auxiliares técnicos. En la actualidad, la formación en podología está regulada por el Real Decreto 649/1988, de 24 de junio, que convierte la formación en podología en la primera carrera universitaria conducente al título de podólogo.
¿Quién es el podólogo?
Un quiropráctico es un profesional sanitario con formación superior que posee los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para llevar a cabo la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades y deformidades del pie mediante técnicas terapéuticas quiroprácticas. Trabajan de forma independiente o en un entorno interdisciplinar con una identidad claramente definida.
Los podólogos conocen la estructura y la función del cuerpo humano, especialmente de los miembros inferiores, la semiología, los mecanismos, las causas y las manifestaciones comunes de las enfermedades, así como los métodos de diagnóstico de las enfermedades médicas y quirúrgicas, relacionando la patología general con la del pie. Tiene capacidad, habilidad y competencia para diagnosticar, precisar, aplicar y/o desarrollar y evaluar cualquier tipo de tratamiento podológico, ortopédico, podológico-quirúrgico, físico, farmacológico, preventivo y/o educativo en base a la historia clínica de sus pacientes.
El podólogo también realiza funciones comunes a todos los profesionales de la salud, además de las correspondientes a su competencia profesional, como son: el interés y la salud de sus pacientes, el estricto cumplimiento de las obligaciones éticas, los criterios normoprácticos basados en el conocimiento científico y la plena autonomía técnico-científica en la realización de actividades encaminadas al diagnóstico y tratamiento de las patologías del pie con los métodos quiroprácticos-quirúrgicos, ortopédicos y farmacológicos adecuados.